Placeres culpables: Please Like Me


Siguiendo con nuestros post de series malas pero que bien se merecen un visionado, hoy hablaré de esta serie australiana que este año concluyó su segunda temporada. 
¿Ves Girls y no soportas a Hanna? ¿Eres gay pero te sales de todos los estereotipos que se asocian a los maricas? Please Like Me es para ti. 

El protagonista, Josh, es tan o más insoportable que Hanna y al igual que Leah Dunham también escribe los guiones de la serie, que parece partir de una base autobiográfica pero a la que se le va bastante de las manos. Sino no entiendo como es posible que unos chicos tan monos se queden siempre prendados del pavisoso de Josh. 
Porque Josh no tiene sangre en las venas, tiene horchata. La serie empieza con él dejándolo con su novia, que siempre ha sabido que era gay. Aun así, se convertirá en su mariliendre y junto a su compañero de piso no vivirán aventuras de lo más molonas sino que seremos testigos de los devenires de otro veinteañero que no tiene claro qué hacer con su vida y que no hace más que cocinar, quedar con su madre, salir de marcha y comerse el tarro por chorradas. 

Como siempre en este tipo de series, los secundarios son  los que le dan verdadero sentido a Josh y los que permiten que crezca como personaje. Su madre y su tía, la una loca y la otra con ese desencanto y ese "estoy por encima de todo" que solo da la vejez, la nueva novia de su padre y su acento ininteligble o los compañeros de siquiátrico de la madre en la segunda temporada nos arrancan las sonrisas que el pobre Josh Thomas se esfuerza por conseguir con nulo resultado. Aun así, prefiero esta serie mil veces a Girls. Será que me identifico más. Y eso que yo loso 20 hace tiempo que los dejé atrás.

Serie cortita para pasar un finde bajo la mantita con tu churri. 


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